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Ventajas del vehículo eléctrico

Las principales ventajas del vehículo eléctrico son: la ausencia de emisiones, un menor coste de mantenimiento y ventajas fiscales. Los vehículos de baterías irrumpieron discretamente en el mercado automovilístico europeo allá por el 2011, pero, poco a poco, han ido consolidándose hasta que, hoy en día, se han convertido en una elección al alza entre los conductores. Aunque al principio existían  muchas reticencias por su elevado precio y su limitada autonomía, en estos últimos diez años los fabricantes de automóviles han trabajado estos puntos débiles para satisfacción de los consumidores. Así pues, encontramos, cada vez más, coches eléctricos que nos permiten recorrer hasta 600 km sin recargar y a unos precios algo más asequibles. Por ello, la compra de un coche eléctrico, es una opción que cada vez se plantean más conductores. 

Su principal atractivo ha sido, desde el principio, la ausencia de emisiones de este tipo de vehículos. Pero, en realidad, ésta es sólo una de las ventajas que podemos disfrutar si adquirimos uno de ellos. Y es que, tras la escalada de precios del combustible, y, a pesar de la subida de los precios de la luz, cargar nuestro coche siempre será más económico que llenar el depósito de un coche de combustión. Por otra parte, obtendremos ciertos beneficios fiscales, así como el aparcamiento gratuito en las zonas de estacionamiento regulado de la ciudad. Si nos fijamos en aspectos más dinámicos, el coche eléctrico nos sorprenderá con una conducción suave y un par motor máximo inmediato.

Además, para los conductores acostumbrados a realizar viajes largos, existe ya una creciente y extensa infraestructura de puntos de carga ultrarrápida distribuidos por carreteras y autopistas que hacen posible afrontar este tipo de desplazamientos sin miedo a quedarnos sin batería.

Coche 100% eléctrico con batería estructural

Cero emisiones

Su punto fuerte. Una de las preocupaciones de las grandes ciudades, es precisamente la contaminación por las emisiones de CO2 . Los coches eléctricos no producen ningún tipo de emisión durante la conducción, lo que los convierte en vehículos respetuosos con el medio ambiente. Esta particularidad los convierte en los vehículos ideales para circular diariamente por la ciudad y los alrededores, ya que es donde se suele concentrar la mayor cantidad de polución. 

Ventajas fiscales

La conducción limpia tiene ventajas fiscales. El distintivo ambiental de la etiqueta Cero que otorga la Dirección General de Tráfico (DGT), permite la exención de pagar el impuesto de matriculación. Se trata de un aspecto muy atractivo ya que este tributo puede ser de hasta el 14,75% del precio del modelo. Así pues, si a este ahorro le sumamos el hecho de que la etiqueta azul también conlleva rebajas en los impuestos de circulación, nos encontramos con una reducción muy interesante de los gastos tributarios. Dependiendo de la ciudad, la reducción del impuesto de circulación puede ser de hasta un 75%. Nada desdeñable. 

Menores costes de uso

Aunque el precio de los vehículos eléctricos es un poco más elevado que el de los coches convencionales, el menor coste de desplazamiento y la menor cantidad de visitas al taller que requiere su mantenimiento, sirven para compensar esa diferencia inicial. Un coche eléctrico supone un coste de unos 3 euros cada 100 kilómetros frente a los 12 euros que ese mismo recorrido nos costaría con un vehículo de combustión eficiente. Si a ello le sumamos las ventajas fiscales de las que hemos hablado más arriba, el parking gratuito en zona SER y un menor coste de las revisiones, parece que la diferencia de precio inicial no debe ser ningún motivo para no valorar la compra de uno de estos coches. 

Autonomía en claro ascenso

Una de las principales dudas que suscitaban los coches eléctricos era la autonomía de sus baterías. Acostumbrados a repostar en cualquier lugar debido a la gran oferta de gasolineras, la falta inicial de infraestructura de puntos de recarga hacía que los conductores se preguntaran si estos coches les permitirían hacer desplazamientos largos sin sobresaltos. El desarrollo que, en este sentido, han realizados las empresas automovilísticas ha permitido aumentar la autonomía de estas baterías. Si a ello le sumamos el hecho de que cada vez son más los puntos de recarga en vía pública esta preocupación queda más que resuelta. Así, mientras el primer coche eléctrico en 2011 tenía una autonomía de 160 kilómetros, hoy en día, encontramos coches en el mercado que rondan los 600. 

Par motor inmediato

La conducción de los vehículos eléctricos presenta diferencias respecto a la conducción de los coches de combustión. Una de ellas es la suavidad, pero, sin duda, la que más impacta es la aceleración inmediata. Y es que el par motor del coche eléctrico proporciona una respuesta al instante. Así, al pisar el acelerador desde parado el coche ofrece toda su potencia. Este hecho, además de hacer la conducción más dinámica, nos permite tener una mejor respuesta a la hora de adelantar o de incorporarnos a una autovía.

Creciente infraestructura de puntos de recarga

No hace tanto tiempo, este era un aspecto que generaba muchas dudas sobre los coches eléctricos, pero la continua expansión de puntos de recarga y estaciones de carga ultrarrápida han despejado todas estas dudas. Actualmente, en España ya hay más de 5.000 puntos de recarga públicos, principalmente concentrados en ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia. Pero su número no deja de aumentar.

Recargas domésticas

No hay ninguna duda de la comodidad que supone cargar el coche en tu propia casa al igual que cargamos un móvil. Para ello, tenemos dos opciones muy interesantes. Una de ellas, es el cargador portátil que es compatible con un enchufe de casa conector Shucko. Aunque, en este caso, se trata de una carga de hasta 16A. La más práctica, es la instalación de un cargador tipo wallbox que permite una carga semi rápida de hasta 32 A. Este tipo de cargadores permiten el control de la carga desde una App (tiempo, duración, inicio, parada…) y además cuentan con la opción del sistema de carga balanceada (DLB) que prioriza siempre la potencia de la casa, cargando el coche con la energía sobrante para evitar sobrecargas en la red.  

Vehículo cargando con un cargador Z74M de Evus Energy
Vehículo cargando con un cargador Z74M de Evus Energy

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