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Vehículo de combustión o eléctrico ¿Es más caro llenar el depósito o cargar un coche?

Hoy en día, son muchos los conductores que a la hora de cambiar el coche no saben si optar por el vehículo de combustión o el eléctrico. Una de las comparativas que se realizan es precisamente la del precio que nos costaría el km con uno u otro vehículo. Pero, realmente ¿Qué es más caro llenar el depósito o cargar un coche?

En los tiempos que corren, la tónica dominante va a ser sin duda hacer números y más números. No queda otra. No son pocos los que se encuentran en la tesitura de cambiar de coche y, por tanto, se plantean la disyuntiva de si dar el salto ya a la electromovilidad o volver a apostar por un vehículo de combustión. Ante este escenario, aunque, es bien sabido que la transición eléctrica es ya una realidad, no dejan de serlo tampoco, las crecientes subidas de la factura de la luz con el consiguiente perjuicio a la, ya de por sí un poco maltrecha, economía de muchas familias.

Soluciones de recarga.

Puntos de recarga para varios vehículos
Estación de carga Fast Charge

Aunque cada vez son más los puntos de recarga que encontramos en la vía pública, no son suficientes como para lanzarnos a la compra de un coche eléctrico sin plantearnos la instalación de nuestro propio cargador en casa. Un punto de recarga doméstico nos permitirá tener siempre la batería cargada de la forma más cómoda posible. Sin salir de casa y controlando la carga desde una App.

Cargador doméstico instalado en un garaje
Serie Z. Punto de recarga doméstico.

¿Combustibles fósiles o electricidad?

Son muchas las situaciones y muchos los puntos a tener en cuenta antes de tomar una decisión que nos puede condicionar durante los próximos años. Por una parte, el precio del vehículo eléctrico puede suponer un freno si optamos por adquirir el coche, no tanto así, si nos decantamos por opciones más flexibles como el renting o el leasing en las que el valor residual del vehículo eléctrico siempre va a ser mayor que si elegimos un coche gasolina o diésel.

Saltado este escollo, y continuando con la misma preocupación sobre el ahorro, nos encontramos calculando el coste que supone llenar el depósito versus el incremento que veremos en nuestra factura de la luz, si tenemos que cargar nuestro coche eléctrico.

Para calcularlo adecuadamente, deberíamos conocer al dedillo la tarifa que tenemos contratada y, con ello, optimizar al máximo la carga en los momentos en los que la electricidad es más barata. Por otra parte, es importante tener en cuenta la autonomía y la velocidad máxima de carga del vehículo.

Comparativa entre un coche de combustión y un eléctrico

Vamos a poner un ejemplo práctico:

Supongamos que nos interesa un Hyundai Kona de 64 kW con una autonomía que nos permite recorrer 484 Km y lo vamos a cargar con una tarifa en la que el kWh nos cuesta 0.18 €. Si adquirimos este coche, cada recarga completa de batería en casa nos costaría 11,52 €. El consumo de este vehículo es de 14.7 kWh a los 100, lo que significa que puedes recorrer 100 Km por menos de 3 euros.

Ahora veamos lo que nos costaría recorrer lo mismo con un Hyundai i30 N de 280 cv. Su depósito de combustible tiene una capacidad de 50 l y el precio actual de la gasolina se sitúa alrededor de los 1.96 €/l. De este modo, llenar el depósito nos costaría un total de 98 €. Si el consumo medio de este vehículo es de 7.8 litros a los 100, recorrer esos 100 km tendría un coste de 15.28 €.

Los números hablan por sí solos a favor de la movilidad eléctrica. Si, a ello, añadimos la reducción de emisiones y de la contaminación acústica en nuestras ciudades, parece que la elección se hace más fácil.

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