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Respeto por el medio ambiente. Formas de pensar en verde.

Con el cambio climático llamando a la puerta y ante situaciones como la crisis energética o la sequía rondando la conciencia ciudadana, la sostenibilidad se está convirtiendo en una creciente preocupación para la población mundial, cada vez más responsable. El calentamiento global, la contaminación medioambiental o la reducción de los recursos energéticos son conceptos que escuchamos frecuentemente y no es para menos. Por ello, debemos fomentar el respeto por el medio ambiente adoptando formas de pensar en verde. 

Ante la acuciante necesidad de cuidar nuestro planeta para las generaciones venideras, se impone adoptar ciertos hábitos que mejoren, no sólo nuestra propia existencia sino también y, sobre todo, la de todo el planeta. El respeto por el medio ambiente se convierte así en una prioridad. Afortunadamente, con la concienciación que se está produciendo en los últimos tiempos, en especial entre los más jóvenes, el estilo de vida sostenible se hace cada vez más común. A ello están contribuyendo, en gran medida, los cambios llevados a cabo en las sociedades de los distintos países para que adoptar dicho estilo de vida sea más fácil. Un buen ejemplo de ello es la transición hacia una movilidad eléctrica libre de emisiones contaminantes.

Una conducta sustentable es por definición el conjunto de acciones efectivas cuyo fin es asegurar los recursos naturales y socioculturales que garantizan el bienestar presente y futuro de la humanidad. En este sentido, se consideran estilos de vida sostenibles aquellos comportamientos sociales que minimizan su impacto en el medio ambiente y favorecen un desarrollo socioeconómico equitativo y una mejor calidad de vida para todos. El objetivo es que el desarrollo social, económico y cultural, vaya asociado a un desarrollo sostenible.

Muchas de nuestras acciones cotidianas, como abrir un grifo o conducir, tienen repercusión sobre el medio ambiente y debemos de ser muy conscientes de esto para no perjudicar, en la medida de lo posible, nuestro entorno. Por ello, deberíamos adoptar ciertos hábitos que contribuyan al bienestar global.

Formas de pensar en verde
1. Movilidad eficiente

Una de las revoluciones que se está produciendo hoy en día es la transición hacia la movilidad Cero Emisiones. Las ventas de coches eléctricos están creciendo de forma imparable, como prueba de la concienciación de los conductores frente a la contaminación de las ciudades. La movilidad eléctrica ha llegado para quedarse y redundará en una disminución más que considerable de las emisiones de CO2.

Sin abandonar el tema de la movilidad, una opción que están considerando cada vez más conductores es la de compartir vehículo. Contribuyendo de esta forma no sólo a disminuir la contaminación ambiental sino también a reducir gastos. El transporte público es otra opción nada desdeñable cuando se trata de ahorrar mientras se respeta el entorno.

Comprar de forma sostenible, es decir, sólo aquello que necesitamos realmente, es fundamental para el bienestar del planeta.

2. Consumo responsable

En cuanto al consumo, comprar de forma sostenible, es decir, sólo aquello que necesitamos realmente, es fundamental para el bienestar del planeta. Sobre todo, teniendo en cuenta que de, aproximadamente, dos tercios de todas las materias primas que se emplean para elaborar productos acaban convertidas en residuos. Respecto a la alimentación, reducir el consumo de carne en beneficio de los vegetales, es una buena manera de contribuir a la salud del planeta.  

3. Menos plásticos

Cada año se producen 300 millones de toneladas de plástico, con el consiguiente impacto medioambiental que ello conlleva. Si tenemos en cuenta que sólo se recicla alrededor de un 9% de los residuos plásticos, no es difícil imaginar las grandes cantidades de este material que acaban contaminando nuestros mares y ríos. Por ello, es tan importante limitar su uso. Comportamientos como utilizar tazas en lugar de vasos de plástico o bolsas reutilizables para la compra son maneras sencillas de aportar nuestro granito de arena para proteger la salud de nuestro planeta.

La contaminación del plástico. Una amenaza silenciosa.
4. Limpieza ecológica

En la mayoría de hogares encontramos productos de limpieza envasados en plástico que contienen componentes tóxicos. El vinagre o el bicarbonato pueden ser eficaces sustitutos de este tipo de químicos que habitualmente empleamos para la limpieza del hogar. 

5. Marcas sostenibles

Cada vez son más las empresas que se esfuerzan por reducir su huella de carbono mejorando su eficiencia energética y elaborando productos que puedan ser reutilizados. Los consumidores tenemos ante nosotros un abanico de ofertas donde elegir, así que, optar por este tipo de marcas contribuirá en gran medida a reducir emisiones de gases de efecto invernadero. Podemos decantarnos, por ejemplo, por productos cosméticos que utilicen envases rellenables.

Estas son algunas pinceladas de las pequeñas cosas que podemos hacer para lograr algo tan grande como conservar nuestro planeta. Súmate al respeto por el medio ambiente. Vive de manera sostenible y el próximo 22 de abril celebra el Día Internacional de la Tierra. 

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